La regulación de la Garantía Legal (art. 128 y ss. del Código del Consumo italiano) tiene como finalidad tutelar al consumidor frente a la falta de de conformidad del bien respecto al contrato de venta. La regulación se aplica a los contratos concluidos entre un “consumidor” y un “vendedor”. A la luz de la definición que establece la ley, quedan excluidos de la noción de “consumidor”: las personas jurídicas; los entes distintos de las personas físicas con finalidades sin ánimo de lucro (asociaciones, fundaciones, comités, escuelas y universidades); las personas físicas que podemos calificar como “profesionales” o los empresarios (también las empresas individuales) que concluyen un contrato para fines profesionales/empresariales. Por tanto, la Garantía Legal no se aplicará en caso de que las modalidades de compra u otras circunstancias evidencien, con una razonable certeza, que la compra no tenga como fin exclusivamente el consumo privado.

En virtud del art. 129 del Código del Consumo italiano, el vendedor tiene la obligación de entregar al consumidor bienes conformes al contrato de venta, en cumplimiento de los arts. 130 y 131 del Código del Consumo italiano, siempre que sean compatibles. Por tanto, el principio de conformidad impone que el bien entregado corresponda al bien acordado en el contrato y respete los requisitos subjetivos y objetivos indicados en los apartados 2 y 3, respectivamente, del art. 129 del Código del Consumo italiano.

Normalmente, si el bien entregado no es conforme al contrato, el consumidor puede efectuar una reclamación al vendedor por el defecto de conformidad detectado. Sin embargo, el consumidor no podrá invocar legítimamente la responsabilidad del vendedor si en el momento de la conclusión del contrato: el consumidor conocía el defecto o no podía ignorarlo usando la normal diligencia en caso de defecto claro o fácilmente reconocible; el defecto concierne a materiales proporcionados por el consumidor o, en todo caso, relacionados directamente con el mismo o depende de sus instrucciones.

El Vendedor responde por “cualquier defecto de conformidad existente en el momento de la entrega del bien” y, por tanto, el consumidor debe dirigirse siempre, y en todo caso, al vendedor, que es el único sujeto con el que ha instaurado una relación contractual.

El vendedor tiene la obligación de entregar al consumidor bienes conformes al contrato de venta. Dicha obligación encuentra confirmación en el hecho de que: el bien tiene que presentar todas las características solicitadas por el consumidor y aceptadas por el vendedor o aquellas características prospectadas por el vendedor, el fabricante o su representante; el bien tiene que estar instalado correctamente.

El vendedor es responsable por los defectos de conformidad (existentes en el momento de la entrega) que se manifiesten dentro de los 2 años posteriores a la entrega del bien. Para los bienes usados, el vendedor y el comprador podrán acordar que se prevea un periodo de responsabilidad menor que no podrá ser, en todo caso, inferior a un año.

El consumidor deberá conservar, al menos, durante 26 meses a partir de la entrega del bien, toda la documentación relativa a la compra del bien de consumo. La comprobación de la compra puede basarse en los siguientes documentos: ticket de compra, factura, resguardo del cheque, recibo de la tarjeta de crédito, etc.

Ante un defecto de conformidad, el consumidor tiene derecho a las soluciones previstas en el art. 135-bis del Código del Consumo italiano. Concretamente, el consumidor podrá solicitar al vendedor: en primer lugar, la reparación o la sustitución del bien (las llamadas soluciones primarias) en virtud de lo establecido en el art. 135-ter del Código del Consumo italiano; si las dos primeras soluciones no son factibles, la reducción del precio o la resolución del contrato (las llamadas soluciones secundarias), en virtud de lo establecido en el art. 135-quater del Código del Consumo italiano. Por tanto, existe una jerarquía entre los instrumentos previstos como tutela del consumidor para que puedan convivir el interés del consumidor de recibir el bien acordado y el del vendedor de salvaguardar la relación contractual. Todo ello, en todo caso, sin perjuicio de la facultad del vendedor de ofrecer al consumidor “cualquier otra solución disponible” para resolver amigablemente la controversia.

Para eliminar el defecto de conformidad, en primer lugar, el consumidor puede solicitar la “reparación” o la “sustitución” del bien defectuoso. La reparación o la sustitución son gratuitas. Son a cargo del vendedor los gastos “indispensables” para sanear el defecto de conformidad, entre ellos, los de envío, mano de obra y materiales. Pero la solicitud del consumidor tiene un límite, es decir, cuando la solución solicitada es objetivamente imposible de cumplir o conlleve costes excesivos para el vendedor. El vendedor puede rechazar la solución solicitada por el consumidor por ser imposible de cumplir o excesivamente onerosa, en ese caso, el consumidor podrá solicitar la reducción del precio o la resolución del contrato.

La Garantía Comercial es una garantía concedida voluntariamente por el vendedor o el fabricante, que se añade a la Garantía Legal, sin que esta última sufra ningún perjuicio. La Comercial puede prever una cobertura mayor desde un punto de vista temporal (superior a los dos años de la Legal) o bien, puede prever servicios adicionales para el consumidor. Dicha garantía está regulada en el art. 135-quinquies del Código del Consumo italiano.

Veneta Cucine concede gratuitamente la posibilidad de activar la Garantía otros 3 años (Garantía Comercial), llegando hasta 5 años de cobertura (2 años de Garantía Legal + 3 años de Garantía Comercial). Dicha cobertura adicional, que no está prevista en la ley y que concede gratuitamente el fabricante, está sometida a las condiciones que se regulan en el Certificado de Garantía. Concretamente, la Garantía Comercial cubre los elementos de fabricación de Veneta Cucine (bases, muebles de pared, columnas, encimeras, repisas, respaldos y todo tipo de paneles). Por tanto, quedan excluidos todos los elementos que no son de fabricación de Veneta Cucine S.p.A. (por ejemplo: electrodomésticos, mesas y sillas, lámparas, barras led, cubos de basura, portacubiertos, todo tipo de accesorios, etc.) aunque sean comercializados por Veneta Cucine S.p.A., que están garantizados por las respectivas casas fabricantes según las condiciones establecidas por las mismas, también en lo que respecta a posibles reparaciones, sustituciones y costes de mano de obra. Para otras exclusiones, véase el párrafo titulado “Cláusulas de exclusión” en el Certificado de Garantía. Para poder beneficiarse de la Garantía Comercial (así como de la Legal), es necesario dirigirse exclusivamente al Distribuidor Veneta Cucine con el que el cliente ha estipulado el contrato de compra. El Distribuidor se ocupará de la denuncia recibida con la máxima diligencia y, si fuera fundada, propondrá la solución más oportuna. En el caso de la Garantía Comercial, transcurridos 2 años desde la entrega de los productos adquiridos, el suministro de los materiales será gratuito, pero el Distribuidor podrá solicitar una contraprestación económica por el aviso, cuyo importe se indicará previamente.